Siguiendo unos protocolos de control muy exigentes, el proceso se inicia con una selección de los materiales que se utilizaran para la obtención de las arenas de vidrio filtrante Inffinitty. Una vez analizados los vidrios a tratar, se someten a un proceso de secado, con el que conseguimos higienizar el material. Mediante una cribas técnicas el vidrio es homogeneizado, para facilitar el molturado que nos permite controlar su curva granulométrica y garantizar la calidad.

Finalmente el vidrio filtrante Inffinitty pasa por un control de densidad que extrae cualquier posible impureza, dando como resultado una arena de vidrio de calidad extra la cual es verificada por nuestros laboratorios antes de ser suministrada a nuestros clientes.